En junio del 2025, Gabriel Ramón, doctor y docente de la sección de Historia, publicará su artículo “Figurando narraciones precoloniales andinas: Toribio Mejía dibuja el Manuscrito de Huarochirí”, que es fruto de un estudio financiado por las Becas de Apoyo a la Investigación (BAI) del Departamento de Humanidades. Estos incentivos son otorgados a docentes que están realizando algún tipo de proyecto en sus áreas de conocimiento y se pueden otorgar hasta veinte por año. El texto saldrá publicado en el Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, revista que pertenece al primer cuartil en Artes Visuales y Performativas.
El artículo es un análisis de los dibujos que hizo el arqueólogo Toribio Mejía Xesspe en el borrador de la traducción del Manuscrito de Huarochirí que estaba elaborando. El autor se pregunta por la función de los mismos y plantea que estaban hechos para darle sentido a la traducción del documento, serían un bosquejo que sitúa a los distintos personajes y lugares mencionados en el manuscrito dentro del paisaje local y habrían ayudado en los trabajos de campo que realizó Toribio Mejía como parte del equipo de Julio C. Tello. Incluso menciona que el objetivo de estos dibujos pudo haber sido ayudar a un grupo de arte dramático de aquella época, el Conjunto Pariakaka, en sus representaciones teatrales basadas en las leyendas del manuscrito.
La investigación problematiza acerca de la autenticidad de los dibujos y reconstrucciones elaborados por los arqueólogos y analiza una fuente muy poco usada: los documentos inéditos que se crean producto de las investigaciones de campo. El caso de la versión del Manuscrito de Huarochirí de Toribio Mejía es incluso más interesante ya que, más que un intento de graficar una serie de artefactos, es una tentativa de esquematizar una narración para lo cual el arqueólogo trazó en el papel de su borrador llamas, árboles, casas, zorros, telares, pueblos, cerros entre otros muchos más elementos visuales.